Perdida, sola, caminaba por la calle sin rumbo, si un destino fijo al que dirigirse, miraba a su alrededor buscando algo, alguien; intentaba encontrar una respuesta, algo que resolviera todas sus dudas...
Tras horas y horas de camino sus pies comenzaron a fallar, las piernas le temblaban, buscó un lugar más recogido de el frío y de la lluvia, y allí se quedó, viendo como la lluvia calaba sus ropas y la humedecía el cuerpo, no pensaba en nadie, no pensaba en nada. Poco a poco el tiempo iba pasando y la lluvia iba aminorando, fue entonces cuando algo activó de nuevo su mente, esta se aceleró y empezó a unir unas piezas con otras; así de la nada ella empezó a comprender todo, todo parecía que se había resuelto, el arco iris brillaba en lo alto del cielo, casi tan resplandeciente como su sonrisa; otra vez estaba en marcha, saltaba, gritaba, sonreía a todo el que se la cruzaba; tenía ganas de bailar, abrazar, querer..ya nada la preocupaba, no se explicaba cómo había tardado tanto tiempo en encontrar la respuesta con lo sencilla que era, ahora era feliz, bueno antes también solo que no se habia dado cuenta, todo lo que había necesitado era relajarse, centrarse en sí misma, cerrar los ojos y mirarse por dentro; allí estaban todas las respuestas.
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