Sonríe...

-¿Qué cosas peores me pueden pasar?-Se preguntó ella, y es que su vida no había sido como la de cualquier persona; todos, alguna vez tenemos algún percance, pero siempre lo acabamos resolviendo, su vida no era así, ella desde bastante joven empezó una cadena de problemas que hoy en día la siguen afectando...

Cuando empezó a entrar en la adolescencia le vinieron los problemas en el instituto(hay gente muy mala por el mundo que solo le gusta joder a los demás)y poco a poco fue abandonando los estudios hasta dejarlos definitivamente y entrar en una depresión, junto a la depresión empezaron las preocupaciones físicas, no le gustaba lo que la escuchaba por ahí y sin darse cuenta se encontró sumergida en una enfermedad, era bulímica, tardó tiempo en reconocerlo pero al final parece que esta salió a la superficie, aunque de vez en cuando su autoestima caiga hasta tocar fondo, ya no recurre a lo anterior; a causa de esta enfermedad que la dejo secuelas abandono el trabajo, tenia crisis de ansiedad y esto no la dejaba trabajar a gusto. Siempre había tenido problemas en casa con sus padres, no se terminaban de entender entre ellos y cada día era una discusión nueva hasta que un día se harto y se marcho a vivir con su pareja.

En las relaciones que ha tenido han surgido varios problemas, ella es una chica que cambia constantemente de humor y algo desconfiada, ahora se encuentra con alguien a quien adora y a quien quiere con locura, pero éste no le inspira la suficiente confianza, le ha dado algún motivo para no hacerlo, pero aún así el la quiere con locura y daría todo por ella y a causa de un cúmulo de cosas tan pronto se encuentra haciendo el tonto como le da un venazo y se mete en el baño a desahogarse; y esto no es todo; ahora a su abuelo le han detectado un cáncer y no le queda mucho, y esto también la influye mucho en sus estados de ánimo; pero no tiene porque preocuparse porque sus padres, sus hermanas están ahí, a su lado para ayudarla, para hacer que siga adelante, que levante la cabeza y no se derrumbe, para aconsejarla, para conseguir que vuelva a sacar esa preciosa sonrisa que tiene, para ayudarla a recuperar la confianza en si misma la autoestima. Esperemos que esta historia tenga un final feliz...

Tataa no me gusta verte mal, porque viéndote así aunque parezca que no me influye mucho a mi y me hace plantearme un montón de cosas, me encanta cuando sonríes, cuando hacemos el parias que nos volvemos locas, cada vez que te veo feliz yo también lo estoy, así que por favor SONRÍE que no cuesta apenas nada, se que has pasado muchas cosas, pero tu familia ha intentado estar siempre a tu lado para apoyarte, para ayudarte a resolver los conflictos y así va a seguir siendo, pero tú también tienes que hacer un esfuerzo aunque sea por nosotros, por mi....




TE QUIERO MUCHO MUCHO MUCHO!!! (LLL)